El cuento infantil no sólo es importante porque sirve como estímulo para el futuro lector, sino también, porque contribuye al desarrollo del lenguaje, de la creación literaria, de la imaginación de mundos posibles, entre otros. Además, porque al recrear la vida de los personajes e identificarse con ellos, le permite vivir una serie de experiencias y situaciones que le ayudarán a adquirir mayor seguridad en sí mismo, a integrarse y formar parte del mundo que le rodea.
En el momento de hacer una reflexión sobre el cuento infantil como estrategia pedagógica, deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos. En primer lugar, hacer una conceptualización teórica desde algunas concepciones psicológicas y sus implicaciones en la enseñanza aprendizaje de la lectura y la escritura; en segundo lugar, cuál es el enfoque que se le ha dado al cuento desde la Enseñanza integrada; y en tercer lugar, hacer una reflexión sobre las experiencias que se han desarrollado en la práctica docente.
¿Cuáles son las concepciones teóricas que sustentan la práctica profesional en el área?, ¿cuál sería el enfoque más pertinente para trabajar con niños? y ¿cuál la estrategia más adecuada para incrementar la motivación en la formación de niños lectores y escritores?
Ante la necesidad de incrementar los niveles lectores y escritores, de crear un espacio ameno tanto para los niños y para los nuevos practicantes, se ha evidenciado como alternativa viable, a partir de ese momento, proponer un proyecto pedagógico en el cual se trabaje a partir del cuento infantil como género literario y desde la perspectiva de lenguaje integral.
Concepciones relevantes desde algunas teorías psicológicas y sus implicaciones en la enseñanza aprendizaje de la lectura y la escritura.
“El lenguaje integral supone muchas cosas diferentes para muchas personas diferentes; está lejos de ser un dogma que deba respetarse estrictamente. Es una manera de reunir una perspectiva acerca del lenguaje, del aprendizaje y de las personas, en particular la de dos grupos muy especiales de personas: niños y maestros”. Kenneth Goodman.
Entender la educación de los niños implica un abordaje desde varias disciplinas debido a su complejidad; la psicología, entonces, permite explicar los procesos de desarrollo y de aprendizaje de los estudiantes. Por lo tanto, es importante mencionar que una concepción sobre el desarrollo del niño que pretenda ser integral no puede dejar de revisar aspectos como el socio-cultural, el histórico, el psíquico, el biológico, el afectivo, entre otros.
En una investigación realizada, Mylvia Fuentes (2003) recoge algunos aspectos básicos sobre cuatro de las más importantes teorías psicológicas con vigencia de aplicación en el contexto educativo, ellas son: El Conductismo, el Constructivismo, el Enfoque Sociocultural y los Enfoques cibernéticos y conexionistas. El marco de referencia psicológico que sirve para sustentar la práctica pedagógica fue el constructivismo, ya que desde esta perspectiva varios autores participan de muchos principios comunes. En esencia, el constructivismo postula que toda persona construye su propio conocimiento.
Los psicólogos Jean Piaget y Lev Vygotski son los padres de la perspectiva constructivista, pero sus posiciones no son coincidentes. Los dos conciben al individuo como gestor de su conocimiento y reconocen a su actividad como la vía para construirlo, aunque sus puntos de vista se distancian en la importancia que le confieren a la interacción social.
Si bien es cierto, Piaget no negó sus influencias sociales en el desarrollo, éste no fue un aspecto central de su teoría, como sí lo fue para Vygotski (1996:130). Este autor plantea que el aprendizaje infantil empieza mucho antes de que el niño llegue a la escuela, es decir, que el aprendizaje que él encuentra en la escuela tiene siempre una historia previa. Desde esta perspectiva surge el planteamiento de su teoría sobre la Zona de desarrollo próximo (Vygotski, 1996:133) que no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto capaz o en colaboración de un compañero más capaz.
Por lo tanto, como se evidencia en estos planteamientos teóricos, la psicología aporta a la educación una serie de conocimientos entre ellos, el desarrollo evolutivo del niño y la interacción entre el aprendizaje y el desarrollo, fundamentos planteados por Piaget y Vygotski, respectivamente. Este marco teórico resulta de vital importancia ya que le concede relevancia, en el hecho pedagógico del que tratamos, al docente practicante en su rol en el proceso de enseñanza, ya que es él, el encargado de presentar un proyecto pedagógico acorde con estos principios, organizar un ambiente educativo para que los alumnos construyan su conocimiento y es a la vez el mediador de sus aprendizajes.
De otra parte, también se revisó otra teoría psicológica planteada desde el enfoque sociocultural y sustentada por Kenneth Goodman (Goodman,1986:35-46) a partir del lenguaje integral. Este autor plantea que el lenguaje integral está sustentado por cuatro pilares humanístico-científicos: una sólida teoría del aprendizaje, una teoría del lenguaje, una perspectiva básica acerca de la enseñanza y del rol de los maestros y una concepción del currículum centrada en el lenguaje. A partir de sus planteamientos se ha presentado el proyecto pedagógico, El cuento infantil: una experiencia de lenguaje integral (ver recursos).
Así, pues, la propuesta consiste en trabajar el cuento infantil desde la perspectiva de lenguaje integral, la cual concibe el aprendizaje como una construcción colectiva propiciando ambientes escolares que hagan posible el encuentro de estudiante/ practicante, practicante/ practicante, y finalmente establecer una relación triádica, entre padres/ estudiantes/ practicantes.
Recursos: http://revista.iered.org